Este intento de contarles mi obra es una tentativa,
tienen ustedes la última palabra
¡Se juntaron en una
sus alas enemigas
y anudaron el nudo
de la muerte y la vida!
Dos ángeles. Gabriela Mistral
Tengo dos impulsos creativos: comienza en la mente, una imagen general en bruma, una etérea composición y su incipiente historia que quiere romper la barrera, la frontera temida para algunos, “el blanco”; a este impulso lo podemos llamar quizás bosquejo incorpóreo.
El segundo impulso es una suerte de abiogénesis, crear vida en el pensamiento de forma espontánea: va naciendo libremente, sin reglas, y en cuanto la creación se sabe concebida me pide que lo exprese en el soporte. Este impulso de generar vida se mantiene en la obra física hasta que levanto mi mano, porque la obra me indica que está concluida y devuelve la imagen en metáforas.
En 2012, mi obra apareció en la muestra antológica Viajar sin mapa, Plástica Cubana de los 80'. Conexión Manolo Rivero (Mérida,México), un justo homenaje a un amigo y mecenas. En 1993, un año después de aquella estancia inolvidable en Mérida bajo el abrazo y cuidado de Manolo, me marcho a Europa. No me considero un creador de esa generación, y probablemente tampoco de la siguiente, sin afiliación a movimiento o moda estilística alguna, con una independencia creativa sostenida a día de hoy al abarcar tantas facetas.
El crítico y artista plástico Manuel López Oliva definió aquella etapa primigenia como «[…] el reverso “criollo”, “burlesco”, y a la vez ingenuo de una percepción “rococó” contemporánea. Es el suyo, un vínculo involuntario con la lógica recuperadora y antisolemne del postmodernismo […]». Aún hoy me alegra esta valoración no exenta de humor y de razón. Desde el “Rococó contemporáneo”, pero con una lógica evolución, he mantenido el discurso profano de diablillos y ángeles que no representan al bien o mal al uso, pues el mal no siempre es vil y los ángeles pueden tornarse terribles. Esa ambigüedad de caracteres es una herramienta con la que disfruto, creando varias lecturas en una misma obra.
Me gustaría compartir con ustedes un fragmento de mi ensayo inédito sobre un gran artista destruido por el dogma, el escultor Reinaldo González Fonticiella, unas palabras apropiadas para esta ocasión: «La razón primordial de necesitar a los políticos es para no devorarnos, pero a menudo son ellos, los gestores de la moral, los que nos impulsan a ello». Mi rechazo a los Titiriteros de la conciencia no implica abstenerme de la crítica hacia sus acciones, como en la obra El gran tutor; de ella existen dos variantes con sutiles diferencias: un acrílico sobre lienzo y un dibujo. Ray Bradbury en Crónicas Marcianas escribió: «¿Qué es esa mayoría y quiénes la forman? ¿Qué piensa? ¿Cómo emprendió este camino? ¿Cambiará alguna vez? ¿Y por qué demonios he caído en esta putrefacta mayoría? No me siento a gusto. ¿Será claustrofobia, temor a las muchedumbres, o sentido común? […]». Por regla general es el capricho de un hombre o un grupo de “seres” a modo de clan. En El gran tutor es la prepotencia del hombre-diablo u hombre-piedra, dirigiéndose al espectador desde la tribuna de la inopia, mientras juega con la llave que guarda las libertades, y sostiene por el cuello a la patria, mariposa-mujer; una niña juega con la muerte de las ideas y un desnutrido personaje no se decide a apagar la tenue luz.
[…] Su obra refleja la capacidad humana para amar, amarse a sí mismo,
a lo que somos en virtud de los que fueron y los que seremos […]
José M. Villa..
Diseñador. Cuba. (1992)
[…] asombra por la ingenuidad y la paciencia de un artista que recurre
al paisaje interno de su voz —su poesía—, sin prejuicios, ni normas, sacudiendo
sus bichos eclécticos e irónicos al paso de su tiempo.
El simbolismo no evade la realidad (…]
José Rivero García.
Editor, escritor y periodista. Miami (2006)
Doy rienda suelta al símbolo generador de metáforas donde el espectador decide su significado, doy sutiles pistas: la mariposa-flor: amor y deseo, mariposa-mujer: libertad y fragilidad. El ángel-mariposa: adalid para la esperanza, en la obra Florinada, el ángel y la mariposa-flor se besan en un instante eterno, este ser imaginado por Lezama y que interpreto con las delicadas alas de una mariposa besa al amor: «Ángel de la jiribilla, ruega por nosotros. Y sonríe. Obliga a que suceda. Enseña una de tus alas, lee: Realízate, cúmplete, sé anterior a la muerte. Vigila las cenizas que retornan. Sé el guardián del etrusco potens, de la posibilidad infinita[…]». Rozas rodeada de espinas, no siempre la belleza es amigable. Corazones voladores guardianes de los amantes, ¡el amor está en el aire! Nalgas: soles o lunas, que pueden acentuar lo narrado o simplemente dar un toque de humor; traseros a modo de crítica como en Plegarías al culo rodeado de los adoradores del YO, u Orejapies, esos personajillos que solo escuchan sus pasos, te miran fijamente y viajan a otra dimensión mientras les hablas, luego crían a sus retoños en el excelso arte de pensar con el trasero.
Criaturas zoomorfas para expresar sentimientos, inspirados en aquellos personajes de mi infancia que intentaba copiar a oscuras en el cine Cinecito de esa Habana perdida, durante las proyecciones de los animados, los nacidos en los setenta tenemos incrustados en nuestro ADN las creaciones de Juan Padrón o Manuel Lamar Cuervo (Lillo), en mi caso sobre todo sus comics, lo impreso permitía esa interacción íntima con las páginas, el sonido al pasarlas y el olor a tinta, sumándose en la madurez otras grandes obras, Contrato con Dios de Will Eisner, la rescritura del tiempo y la existencia humana, luz y oscuridad, las increíbles fabulaciones mitológicas e históricas de Stan Sakai, pobladas de animales humanizados, en él podemos ver unas viñetas de trazo ágil que constituye el armazón de las ideas. El noveno arte me ha influido y subyace en lo que hago.
El movimiento, mediante la metamorfosis de un cuerpo a otro, para trasmutar a un nuevo ser, se puede ver en toda mi obra por ejemplo en La Búsqueda, es visible la influencia que ha tenido desde la niñez la danza, todo ello otorga una secuencia narrativa
con múltiples vías de expansión con la palabra o imágenes, ya sea digital o «real» para, expresarme y comunicar mundos posibles por disímiles medios.
La línea es la protagonista , es el esqueleto que sustenta los matices y el color, es el dibujo fundamental en mis realidades soñadas y por soñar.
Con este intento de comprenderme y guiar vuestra mirada a la ilusión de lo creado, ahora olviden lo leído para generar sus propias metáforas. Yo por mi parte volveré a reescribir una y otra vez lo que creo, pues en ello estriba la libertad.
En este enlace pueden ver las imagenes que cito y otras
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